lunes, 28 de noviembre de 2011

PFRH - IV BIMESTRE - 1ro de Secundaria

USO DEL TIEMPO LIBRE

1. Tiempo Libre y ocio

El tiempo libre es el periodo en el que las personas no tienen obligaciones ni deberes previstos o rutinarios, por lo cual pueden decidir libremente a qué dedicarse. El ocio se refiere a todas las actividades no impuestas que se realizan durante este tiempo. Un gran error es confundir ocio con ociosidad. El ocio es descanso activo, un tiempo en el que las personas se ocupan en actividades creadoras.

El tiempo libre puede cumplir tres funciones importantes:

- Descanso, ya que elimina la fatiga y compensa el desgaste producido por el trabajo o el estudio.

- Diversión, pues contribuye a romper la monotonía de las ocupaciones cotidianas y permite dedicarse a actividades recreativas.

- Cultura, porque permite a las personas participar en actividades creativas de aprendizaje voluntario. También favorece la integración con grupos de todo tipo, lo cual estimula el desarrollo del espíritu crítico.

Las personas que hacen un buen uso de su tiempo libre tienen muchas oportunidades para acrecentar su desarrollo personal, mantienen una buena salud, mejoran su autoestima, elevan su estado de ánimo y cultivan su creatividad.

El ocio a través de la historia.

A lo largo de la historia, las sociedades han tenido distintas formas de entender y cultivar el tiempo dedicado al ocio.

- En la antigua Grecia, el ocio era visto como algo positivo porque permitía que los hombres libres se dedicaran a las actividades del pensamiento. La mayoría de los grandes pensadores no hubieran podido concebir sus ideas sin el ocio.

- Durante la Edad Media, el tiempo de ocio se dedicó principalmente a desarrollar la vida contemplativa dirigida a la búsqueda de Dios. Los monjes y monjas dedicaban su tiempo a las prácticas espirituales y al estudio. Los nobles, por su parte, tenían mucho tiempo para las diversiones y actividades como la caza y la guerra. Los campesinos y artesanos, en cambio, tenían que trabajar para sustentar el ocio de monjes y nobles.

- Con la llegada del capitalismo en el siglo XVIII, apareció el llamado tiempo productivo. Como ricos y pobres se dedicaban a trabajar sin cesar, el concepto de ocio se volvió sinónimo de ociosidad o pereza. Esto causó estragos en la calidad de vida de las personas.

Recién en el siglo XX, con el reconocimiento de los derechos laborales, la gente volvió a apreciar el tema destiempo dedicado al descanso y las diversiones.

2. Los beneficios del tiempo libre

Algunos adolescentes utilizan su tiempo libre para hacer tareas y seguir estudiando, mientras que otros lo usan para divertirse. ¿Cuál de esas opciones es mejor? Aunque el estudio no es algo negativo, hacerlo compulsivamente, sin darse tiempo para la recreación, puede ser perjudicial para el rendimiento intelectual debido a que genera fatiga mental.

Por ello disponer de tiempo libre es una necesidad vital para las personas porque les permite refrescar su mente y recobrar energías. En sus actividades de ocio, las personas deben descansar, recrearse de alguna forma o participar en actividades que les permitan alcanzar una mejor calidad de vida.

La diversión: una necesidad humana

Durante la niñez, el juego es una actividad esencial. Mediante el juego, los niños desarrollan sus habilidades, aprenden a conocer el mundo y se sienten felices. Además, jugar les permite relacionarse con otros niños y desarrollar hábitos positivos como el respeto a las reglas, la cooperación, la colaboración, etc.

En la adolescencia, las diversiones se diversifican. Los adolescentes se dedican a actividades más complejas y placenteras. A través de sus pasatiempos favoritos, desarrollan su imaginación, su creatividad y su capacidad de disfrute.

La vida adulta significa un cambio drástico en el uso del tiempo. Los estudios universitarios y, posteriormente, la vida laboral, ocupan la mayor parte del tiempo de las personas y les dejan muy poco espacio para los pasatiempos. Por eso, los adultos se sienten, frecuentemente, agobiados y cansados de las responsabilidades laborales, económicas y familiares. Las actividades recreativas permiten olvidarse de ello, recobrar energías y trabajar con mejor actitud.

El tiempo libre es un espacio de aprendizaje

Las actividades que se desarrollan en el tiempo libre cumplen un rol educativo, en especial durante la adolescencia. Por lo general, los adolescentes, ávidos de nuevas experiencias, se quejan del aburrimiento en sus ratos libres. Esa falta de alternativas puede llevarlos a actuar de manera agresiva o a probar sustancias nocivas para su organismo. Se debe tener en cuenta, entonces, que la planificación del tiempo libre es tan importante como la planificación para el estudio.

En la actualidad, uno de los problemas más comunes en el uso del tiempo libre es que una gran parte de él s dedica a actividades “no pensantes”, como ver televisión o cine comercial, usar Internet, etc. es necesario que los adolescentes adopten una actitud crítica, hábitos activos y mucha creatividad par que se involucren en actividades que contribuyan a su desarrollo como personas.

¿De qué forma podemos usar el tiempo libre?

No todos usamos nuestro tiempo libre de la misma manera. Las formas de diversión dependen de los gustos, intereses e influencia cultural de cada persona. En nuestra sociedad existe una gran variedad de diversiones, que pueden clasificarse en cuatro grupos principales:

- Los espectáculos. Son eventos creados o ejecutados por algunas personas para que las demás, como espectadores, puedan disfrutarlos. Por ejemplo: los partidos de fútbol, el circo, las carreras de caballos, los conciertos, el teatro, el cine, etc.

- Las aficiones individuales. Están ideadas para satisfacer el gusto personal de una persona, aunque la afición puede ser compartida con otras que tienen el mismo interés. Por ejemplo: leer un libro, escribir poemas, coleccionar estampillas, etc.

- Las diversiones grupales. Son aquellas en las que se socializa con otras personas. Pueden ser actividades eventuales, como ir a bailar a una discoteca o participar de una reunión familiar; o permanentes, como participar en las actividades de un club deportivo, involucrarse en una agrupación juvenil, etc.

- Actividades de relajación y estimulación. Son aquellas que permiten huir de la rutina y estimulan la mente y el cuerpo. Por ejemplo: los viajes, un retiro espiritual, asistir a un gimnasio, aprender a tocar guitarra, visitar un museo, etc.

3. Los adolescentes y su tiempo libre

En la adolescencia, el tiempo libre adquiere una especial importancia porque en esta etapa se define el desarrollo de la personalidad. Aunque los adolescentes se ocupan principalmente en el estudio, disfrutan de tiempo libre para emplearlo en muchas actividades. Existen muchas opciones que pueden satisfacer sus intereses personales:

- Deportes: fútbol, vóley, básquet, atletismo, natación, etc.

- Actividades culturales: visitas a museos, conciertos, exposiciones, cine, teatro, festivales, etc.

- Acciones en favor de la comunidad: voluntariado, servicio social, etc.

- Agrupaciones juveniles: grupos parroquiales, asociaciones vecinales, clubes, etc.

- Aficiones: música, teatro, lectura, literatura, danza, etc.

- Actividades de esparcimiento: viajes, excursiones, fiestas, etc.

Peligros del uso irresponsable del ocio

Debido a que el ocio es un tiempo en el que los adolescentes, por lo general, no están con sus padres o tutores, no existen límites definidos para ellos. Por eso, algunos adolescentes incursionada en el consumo de drogas, el alcoholismo, las adicciones a los videojuegos, el pandillaje o la delincuencia, actividades perjudiciales que no contribuyen con su desarrollo personal, social, ni intelectual. Por el contrario, lo dificultan y lo retardan.

El consumo de drogas, por ejemplo, tiene efectos dañinos en el funcionamiento del cerebro y otros órganos; además, crea dependencia. Asimismo, el tabaco daña los pulmones y el alcohol afecta el hígado.

4. Las diversiones en el siglo XX

La forma en que las personas se divierten ha cambiado mucho a lo largo de la historia. Los pasatiempos no son iguales, a pesar de que algunos deportes y juegos muy antiguos se practican hasta ahora. El tiempo destinado al descanso y a las diversiones tampoco fue siempre igual. Hace unos cien años, la idea de tener un tiempo para uno mismo, para los amigos o para entretenerse, era algo a lo que sólo las personas con mucho dinero podían aspirar.

Menos trabajo y más descanso

A inicios del siglo XX, Europa y Norteamérica vivían un periodo de rápido crecimiento económico que generó una sensación de bienestar. París se convirtió en la capital europea más refinada y en un punto de referencia para las otras grandes ciudades del mundo, que querían contar con centros de diversión, espacios para actividades culturales, parques y alamedas para que las personas pudieran distraerse.

Sin embargo, la mayoría de los habitantes europeos no podían acceder a esas comodidades o beneficios porque las jornadas de trabajo eran muy largas. Los obreros trabajaban 12 ó 14 horas diarias, lo que les impedía disponer de tiempo libre. Por eso, se organizaron y empezaron a luchar para obtener una jornada laboral de ocho horas diarias, lo cual se logró en las primeras décadas del siglo XX. De esa manera, millones de obreros empezaron a disfrutar de un tiempo libre para el descanso. A estos cambios se sumaron los progresos de la medicina y la higiene, que mejoraron la calidad de vida de las personas y permitieron que tuvieran más posibilidades de divertirse y de aprovechar el descanso.

¿Y qué pasaba en el Perú?

En el Perú, especialmente en Lima, también se hicieron comunes los hábitos de las ciudades europeas. Los grupos más adinerados pudieron copiar exactamente los tipos de diversión e incluso el tipo de lugares que había en Europa. Es así como aparecieron confiterías, cafés, salas de cine, teatros, salones de té, etc. un caso muy conocido fue el del Palais Concert, un local en el jirón de la Unión cuya orquesta de damas vienesas tocaba todas las tardes.

Por su parte, los sectores más populares dedicaban su tiempo libre en diversiones menos costosas. Las jaranas criollas eran muy comunes en los callejones de Lima, mientras que en los alrededores de la ciudad había espectáculos como las peleas de gallos. En esos primeros años del siglo también llegaron los primeros deportes de masas. El fútbol llegó con los inmigrantes ingleses y se convirtió en un juego muy popular que convocaba a gente de todos los sectores sociales.

Durante las festividades, como los carnavales, por ejemplo, los limeños daban rienda suelta a su alegría y convertían a la ciudad en una gran fiesta. En los pueblos del interior, la gente celebraba sus fiestas patronales con actividades en las que abundaban la comida y la bebida, costumbre que se siguen practicando hasta hoy.

Juegos y juguetes de nuestros abuelos

Además de las diversiones y pasatiempos masivos, los niños y adolescentes de antes tenían juegos y juguetes con los que se divertían con sus amigos. Como en esos años no existía Internet y la televisión recién empezaba a difundirse, la mayoría de los muchachos practicaban juegos grupales, por lo general, al aire libre.

Algunos de los juegos de antaño eran el trompo, el yo-yo, las canicas, las muñecas de trapo, el hula-hula, los aviones de papel, las cometas de papel, los carritos de madera, la rayuela o mundo, las escondidas, saltar la soga, la pega, el yax, etc.