lunes, 4 de julio de 2011

PFRH – II BIMESTRE – 1ro Secundaria

LAS DIMENSIONES DE LA PERSONA HUMANA

Una de las principales características que nos diferencian de los demás seres vivos es que somos seres complejos: poseemos una dimensión biológica, una dimensión psicológica, una dimensión social y una dimensión ético- trascendental. Estas dimensiones no se encuentran separadas, sino que forman una unidad, de tal manera que una influye inevitablemente en otra.

  1. La dimensión biológica

Esta dimensión la tienen todos los seres vivos, es decir, tanto los animales como las plantas. Los seres humanos experimentamos distintos procesos:

  1. Nuestro cuerpo cambia

A medida que crecemos, aumentamos en talla y peso. Esto indica que se van desarrollando nuestras estructuras ósea, muscular y nerviosa. Lo mismo ocurre con nuestros órganos internos, que van creciendo y realizando funciones específicas.

  1. Nuestra sexualidad se va desarrollando

Desde pequeños, los varones y las mujeres nos diferenciamos. Al crecer, estas diferencias se hacen más clareas por el desarrollo de los órganos sexuales y por el interés de relacionarnos con el sexo opuesto.

  1. La dimensión psicológica

Esta dimensión es propia de los seres humanos. Se inicia desde el momento de la concepción, ya que desde el vientre de nuestras madres vamos aprendiendo y expresando emociones. En esta dimensión podemos distinguir dos aspectos:

  1. El aspecto intelectual, que implica el desarrollo de las capacidades cognitivas: inteligencia, atención, percepción, memoria y razonamiento.
  1. El aspecto emocional, que consiste en la capacidad de percibir, sentir y expresar adecuadamente afectos y emociones (alegría, tristeza, temor, cólera, etc.).

La dimensión psicológica hace que las personas se tracen metas, planifiquen su vida y busquen directa o indirectamente trascender hacia el futuro, ya sea por su capacidad intelectual (por ejemplo, creando algo) o por su capacidad emocional (uniéndose a otra persona).

  1. La dimensión social

La dimensión social también se inicia en el vientre materno, con las primeras interacciones del feto con la madre. Empieza a hacerse más evidente desde el momento en que nacemos y vamos interactuando con otras personas y grupos.

Existen dos aspectos que aprendemos y desarrollamos en esta dimensión:

a. El proceso de socialización, que incluye la adquisición del lenguaje, el desarrollo del pensamiento, la interiorización de las creencias y el aprendizaje de los hábitos y las normas de una sociedad.

b. Las habilidades sociales, que son las capacidades que vamos adquiriendo para relacionarnos adecuadamente con otras personas.

  1. La dimensión ético – trascendental

Esta dimensión es exclusiva de los seres humanos y no se desarrolla por igual en todas las personas. Se caracteriza por ser mucho más interna que las anteriores, pues implica la reflexión sobre el sentido de la existencia. Esta dimensión tiene que ver con aspectos como los siguientes:

    1. Preguntarnos el para qué y el porqué existimos.
    2. Procurar obtener respuestas sobre esas preguntas.
    3. Tener una escala de valores que esté interiorizada en nuestra mente, de manera que sea guía en nuestra vida.
    4. Llegar a desarrollar una convivencia positiva con los demás.